En los ecosistemas dunares de Marbella encontramos una gran diversidad de aves que residen o usan las dunas de manera frecuente. Además, por la cercanía al Estrecho de Gibraltar y al continente africano y por nuestro clima suave en invierno, podemos también observar especies invernantes y otras en sus pasos migratorios. El mar de Alborán baña la costa marbellí proporcionando alimento para a numerosas aves marinas y varias especies de cetáceos.

Actualmente, la zona dunar “Las Golondrinas” presenta un estado muy degradado. Sin embargo, gracias a su elevación de varios metros sobre el mar, representa un área ventajosa para observar la fauna marina. Desde ProDunas Marbella estamos trabajando para combatir su degradación y tenemos como objetivo lograr una completa reforestación con especies autóctonas. Una vez este paso se haya conseguido, la avifauna volverá a llenar las dunas de vida y alegres cantos.

En consecuencia, por su característica altura y queriendo resaltar la biodiversidad de aves que las dunas acogen, proponemos la instauración de un mirador en esta zona dunar. Con el  mirador deseamos despertar el interés de los paseantes por conocer el entorno en el que se encuentran, informarse sobre las especies que pueden verse en las dunas y desde ellas y así comprender mejor los sistemas costeros (duna-playa-mar). De esta manera tal vez los usuarios vean los ecosistemas costeros algo más que un área de recreo. Invitamos a que se haga un recorrido visual desde el mar a las dunas, desde el nivel del mar hasta varios metros en el aire.

Con suerte y paciencia podemos tener la fortuna de ver algún delfín pasando cerca de la costa. Cabe recordar que el Mar de Alborán acoge a tres especies de delfines: el común (Delphinus delphis) y el listado (Stenella coeruleoalba) de menor tamaño, y el delfín mular (Tursiops truncatus) algo mayor en talla. Además, al ser el Mar de Alborán la única vía para llegar al Estrecho de Gibraltar, especies tan imponentes como cachalotes (Physeter macrocephlus) y rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) transitan por estas aguas en dos fases migratorias para luego volver a aguas más interiores del Mediterráneo. Aunque estas especies rara vez se observan desde la costa, es muy interesante darlas a conocer.

En cuanto a aves marinas, tanto residentes (gaviota patiamarilla – Laurus michahellis  y la reidora – Chroicocephalus ridibundus) como migrantes (gaviota cabecinegra –Ichthyaetus melanocephalus, alca común – Alca torda y alcatraz común – Morus bassanus) pueden verse descansando sobre el agua, volando o alimentándose, aunque algunas son más frecuentes en alta mar.

Acercándonos a la costa, podemos encontrar especies como el correlimos tridáctilo (Calidris alba) y el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) que se alimentan de pequeños organismos en los limos de las playas arenosas cerca de la orilla. El chorlitejo puede verse en verano e invierno y utiliza nuestras playas para anidar. Necesita de playas arenosas y es por ello por lo que la transición playa-duna debe ser conservada con gran cuidado para proporcionar áreas adecuadas de cría.

Recorreindo con la vista la zona dunar, las paseriformes o pájaros cantores son el grupo que más podremos observar. Algunas especies comúnmente vistas son el jilguero (Carduelis carduelis), verderón común (Carduelis chloris), verdecillo (Serrinus serrinus), pardillo común (Carduelis cannabina), lúgano (Carduelis spinus) o pinzón vulgar (Fringilla coelebs), entre otros. Además de cantar, estas aves suelen alimentarse de granos y semillas por lo que realizan una labor de gran valor ecológico como diseminadores de semillas, fomentando el desarrollo de la vegetación.

Además en las dunas contamos con la presencia de especies algo más inusuales como pueden ser las abubillas (Upupa epops), la cogujada montesina (Galerida theklae), e incluso pequeñas rapaces como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). Las abubillas nos recuerdan a los pájaros carpinteros y se ven frecuentemente en los entornos dunares. Su penacho rojizo y su coloración a bandas negras y blancas en las alas y espalda, la hacen muy especial. Esta especie es cada vez más frecuente encontrarla durante todo el año a pesar de que es un ave estival en Marbella. La cogujada (Galerida cristata) es también una paseriforme pero cuenta con un distintivo aspecto rechoncho y una pequeña cresta en la cabeza, es residente y puede verse con cierta facilidad. Los cernícalos, pueden ser los ejemplares más imponentes y nos transportan a una naturaleza salvaje. Son cazadores y su presencia es importante para mantener las poblaciones de pequeños mamíferos en niveles adecuados.

Salta a la vista que las zonas costeras son ricas en biodiversidad. Queremos recalcarlo con la instauración de este mirador. Esperamos que sea un punto de reflexión, aprendizaje y disfrute para los usuarios de las playas y despertar en ellos el interés por la conservación y la naturaleza.