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Recogemos el testimonio de muchos ciudadanos, preocupados por la contínua pérdida del litoral a lo largo de sus paseos por la playa – de unos 13km de litoral – desdeCabopino (Monumento Natural Artola) hasta el arroyo Río Real.

A instancias de residentes hemos recorrido este tramo del litoral y con preocupación hemos constatado que realmente este litoral en cuestión está perdiendo sus playas y con ello el Dominio Público Marítimo Terrestre. En muy pocas zonas queda aún suficiente D.P.M.T para ser amparado por la Ley de Costas. Únicamente se salva el Dominio Público, cuando éste se eleva unos cuantos metros por encima del litoral, el resto ya se difumina con las playas.

Sugerimos a  todas las Administraciones una necesaria y urgente reacción ante este lamentable e irreparable fenómeno en este tramo de la costa marbellí, causado principalmente por las corrientes y temporales así como por el abuso de construcciones a pie de playa. Según nuestro estudio, debería imponerse un nuevo criterio acerca de la instauración de un cordón de seguridad  entre el mar y las Urbanizaciones. Ya es un hecho: el avance del mar es imparable.

Un buen ejemplo es la pérdida anual de 1-2m de masa dunar en Bahía de Marbella que denunciamos año tras año, pidiendo soluciones definitivas para contrarrestar la pérdida de playa. Solamente es cuestión de tiempo que el mar empiece a engullir las primeras construcciones (a pie de playa) permitidas en tiempos pasados sin criterios de previsión. Nuevas y urgentes pautas en la Ley de Costas serán necesarias para garantizar la sobrevivencia del litoral, como podría ser la ubicación del parámetro de protección hacia la Servidumbre de Protección en los sitios que aún permiten rectificación. Incluso existen aún zonas, donde se puede aplicar perfectamente la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía de la Normativa de la Zona de Influencia  (>500m).

Abogamos por un cambio de estrategia en la protección de la costa, lo que significaría que todo Consistorio, en este caso el Ayuntamiento de Marbella y toda Consejería de la Junta de Andalucía, en este caso la Consejería Provincial de Medio Ambiente, deberían aplicar el sentido real de la palabra Protección a la Servidumbre de Protección. Esta Servidumbre debería constituir la franja roja de “tierra de nadie” y ser conservada vírgen con toda la naturaleza silvestre intacta, tal y como era el litoral de antaño, lleno de matorrales dunares, Pinos mediterráneos y naturalmente con una fauna de pequeños mamíferos y sobrevolado por aves rapaces y de canto. Este criterio de protección debería ser la voluntad y premisa de nuestros gobernantes.

Por lo tanto y con una visión responsable de futuro, nuestra insistencia es, que en la Servidumbre de Protección no deberían darse ya ninguna autorización ni licencia para  construcciones al aire libre como pueden ser Clubs sociales, piscinas, tennis, paddle u otras instalaciones. Estos servicios deberían incorporarse en los terrenos urbanizables en futuras construcciones. En el caso, que legalmente haya un vacío en la aplicación generalizada de la Ley de Costas, se debería trazar nuevos deslindes para contrarrestar la pérdida de costa y dar cabida a nuevos espacios públicos como senderos o paseos marítimos.

Aplaudiríamos que las Administraciones afectadas tomaran en positiva consideración nuestra iniciativa, ya que nuestras propuestas recogen el sentir de la ciudadanía que desea que se salven con urgencia zonas del litoral y parajes dunares dónde aún puedan ser salvadas y que se inicien acondicionamientos y actuaciones de vallados con barandillas de madera o senderos para realzar el valor proteccionista.