¿Quién se encarga de la limpieza de nuestras costas?

Normalmente son los servicios operativos ee la Delegación de Medio Ambiente y Playas del Ayuntamiento de Marbella, los que se encargan de la limpieza y mantenimiento de las playas, y la empresa Ecolmare la que se encarga de la limpieza en el mar.

Limpieza en las aguas.

Bolsas de plástico, toallitas, preservativos, botellas, bastoncillos para los oídos, anillas para latas… Todos esos desperdicios generados por el hombre y que acaban cada día en el mar.

 Son 14 los barcos de la Mancomunidad que se encargan de limpiar las aguas litorales de Torremolinos a Manilva retirando plásticos, maderas, algas y materia orgánica. Como un ejemplo de la cantidad de residuos que llegan al mar, en el mes de junio se recogió un total de 63 metros cúbicos. Lamentablemente, tenemos que resaltar que por municipios destaca Marbella, donde se recogieron casi 35 metros cúbicos, 25 m3 de ellos correspondientes a plásticos.

Tener en cuenta que esta cantidad es de residuos que han quedado flotando o semisumergidos en nuestras aguas litorales . . . aquí no se tiene en cuenta todo aquellos residuos que ya han sido depositados en el fondo, por lo que podemos imaginar la gravedad del asunto

Las embarcaciones trabajan de 8:00 a 16:00 horas de lunes a viernes, y hasta las 18:00 horas los sábados, domingos y festivos, cuando hay una mayor afluencia de personas. Estos barcos son de dos tipos: los ‘pelicán‘, que operan en el litoral, y las ‘gabinas‘, que actúan cerca de la orilla.

Todas ellas utilizan motores de bajo consumo para no verter aceites o hidrocarburos al mar, y están preparadas para operar en espacios reducidos como calas resguardadas, espigones y escolleras, así como para garantizar la seguridad de los bañistas.

Conviene recordar, por ejemplo, que una botella de plástico tarda unos 500 años en degradarse; y las toallitas 100 años, con el perjuicio que eso supone para la fauna marina.

Pese a la creencia popular, la ‘nata’ que hay en nuestras aguas no es una prioridad para estas embarcaciones. El ‘pelican’ sí tiene capacidad para recoger y filtrar las natas, pero las gabinas no pueden, se limitan a disolver la espuma.

¿Qué son las natas?

En el 2017 un grupo de empresas malagueñas entre las que se encuentran EMASA, ACOSOL e  HIDRALIA entre otras, junto con la Universidad de Málaga, realizaron un estudio científico donde se abordó la naturaleza de estas espumas. En este estudio participaron profesores de las Áreas de Mcrobiología, Botánica, Mineralogía, Química Inorgánica, Matemáticas e Ingeniería. Incluso participó el Instituto Español de Oceanografía.

Se llegó a la conclusión de que las partículas que formaban parte de estas espumas flotantes eran unas partículas minerales que denominamos arcillas y que tienen un tamaño muy pequeño. Estas partículas de arcilla, que forman parte del polvo de nuestras arenas, tienen cargas superficiales que hacen que cuando se encuentran, estas partículas individuales se unen formando agregados porosos de baja densidad que acaban flotando en el agua. Una vez formado este agregado flotante puede adsorber cualquier cosa que esté en el agua. En estas espumas se encontró junto a las partículas de arcilla: microalgas y en algunas ocasiones granos de polen junto a una microbiología natural y marina. En definitiva, las natas están formadas por minerales de la arcilla (más de un 90%) y, en menor medida por microalgas (5-10%), y por una microbiología natural. Los estudios realizados han encontrado que estos agregados flotantes se forman, en la mayoría de los casos, cuando las olas lavan la superficie de las arenas de la playa, llevándose consigo el polvo mineral arcilloso que se agrega formando espumas.

Limpieza de las playas.

Es la acometido de los servicios operativos de la Delegación de Medio Ambiente y Playas del Ayuntamiento los que se encargan de la limpieza de nuestras playas en la madrugada, para garantizar que las playas estén limpias para cuando acuden los bañistas a su playa. Sin embargo, últimamente se están encontrando con la problemática de que la máquina de limpieza y cribado no puede recoger elementos tan tóxicos y pequeños como son las colillas del tabaco.

Así mismo, hace un par de años el Ayuntamiento de Marbella tomó la iniciativa, a través de la delegación de Limpieza, poner en marcha la campaña ‘Tu basura, su trampa’ para concienciar a la ciudadanía de la importancia de mantener limpias las playas, con especial atención a la problemática de la presencia de los plásticos y colillas en los mares.

Se repartieron ceniceros para animar a los ciudadanos a que se impliquen en la necesidad de preservar nuestro ecosistema y evitar daños en los fondos marinos y en las especies que lo habitan.

Tenemos que tener en cuenta que en el litoral, las colillas suponen entre el 30 y 40 por ciento del total de los desechos recogidos y que cada una de las que se dejan en la orilla o en la arena, pueden contaminar entre 8 y 10 litros de agua del mar y hasta 50 litros, si se trata de agua dulce. Por sus componentes tóxicos suponen una grave amenaza para la biodiversidad y la cadena alimentaria, al tiempo que representan el 95 por ciento de los residuos que flotan en el Mediterráneo.

¿Y qué ocurre con nuestros fondos?

Aquí el asunto es más complicado. La limpieza de los fondos marinos es una labor que sólo unos pocos expertos pueden llevar a cabo (ya que se requiere de buzos para esta labor) y que viene limitada por la profundidad a la cual se vaya a generar.

Aun así, limpiar el fondo oceánico, como podemos imaginar es una labor muy complicada y tediosa, casi imposible en la actualidad.

El problema reside en la cantidad de residuos que cada año se van acumulando en nuestros fondos. Cuando se realiza una limpieza submarina te das cuenta de lo que sucede en nuestros fondos, lo que sucede en silencio a pocos kilómetros de nuestras costas y que se encuentra escondido del conocimiento de la mayoría de nosotros. Por eso, me gustaría aprovechar esta ocasión para sacar a luz la problemática a la que se enfrentan nuestros fondos, los cuales se están convirtiendo en verdaderos vertederos de plásticos.

La realidad es que no existe un solo océano donde no haya plástico, ni un animal nadando en el mar que no contenga microplásticos en cualquiera de sus formas. Estamos en un punto donde reciclar ya no es suficiente, ya que estamos ante una gran cantidad de plásticos que ya han sido arrojados al mar desde hace décadas.

Los más afectados son los peces por ingesta directa y los invertebrados, que emplean el microplástico en lugar de conchas y restos de algas para camuflarse de sus depredadores.

Así mismo, son muchos los organismos de mayor tamaño, como tortugas de mar, que ingieren gran cantidad de plástico accidentalmente, pues los confunden con facilidad con su alimento. Por ejemplo, suelen confundir las bolsas de plásticos con las medusas que entran en su alimentación habitual. Estas ingestiones les pueden provocar obstrucciones, ahogamientos o desnutrición. En los casos en los que los residuos se quedan enredados en sus aletas, como es el caso de las redes fantasmas de pescadores, pueden llegar a ocasionarles hasta amputaciones y/o una dolorosa y lenta muerte.

La problemática de todo esto seguirá ahí hasta que no nos concienciemos y consigamos eliminar estos residuos de nuestras costas y fondos.

¿Cómo podemos ayudar a la conservación y mantenimiento de nuestras playas, costas y fondos marinos?

• Principalmente, es muy importante hacer una buena gestión de nuestros residuos reciclando, reutilizando y, sobre todo, reduciendo el uso de residuos como el plástico y los objetos de un solo uso.
• Limpiando la playa de nuestros propios desechos cada vez que asistamos e incluso yo animaría a limpiar aquellos residuos que vemos alrededor nuestra, colaborando y ayudando a la conservación de este entorno.

Así mismo, para todos aquellos que quieran participar, son varias las asociaciones que organizan batidas de limpieza en la playa, como es el caso de ProDunas Marbella, que se encarga en programar actividades de limpieza en el litoral

Estefanía Espejo González
Bióloga Marina ProDunas Marbella